Dos veces al año, una en noviembre y otra ahora, en febrero, en Dénia tenemos la suerte de poder disfrutar de una Ruta de Tapas de las que quitan «el sentío». Si conoces el gran nivel de nuestra gastronomía y la profesionalidad de nuestros restauradores, sabes de lo que estamos hablando.
Los bares y restaurantes de la ciudad compiten por el primer premio de la Ruta de la Tapa a base de creatividad, buen gusto y una materia prima de primera. Ah, y el buen trato, claro. Así que la ruta hace las delicias de los más exigentes y es asequible para todos los bolsillos. Tapa y caña o vino, por sólo 3 €. Y un montón de opciones para elegir, todas ellas muy elaboradas.
Nunca faltan los elementos más característico de la cocina autóctona Mediterránea, como son el pulpo seco, el pescado, el arroz o las verduras de la huerta valenciana, y, por supuesto, la gamba roja de Dénia. Por supuesto, también hay quienes apuestan por las carnes y los platos de cuchara, con y sin reinventar.
Si eres de los que les gusta hincar el diente, ¿a qué esperas?
Hay a quienes el otoño les abre el apetito. Los entendidos achacan este fenómeno a que la reducción de horas de luz hace que nuestro cuerpo segregue más melatonina, lo que nos da sueño y hambre. La suerte que tenemos quienes vivimos en Dénia, que ha sido nombrada ciudad creativa de la gastronomía por la Unesco, es que tener hambre no es un problema. Hay decenas de restaurantes que ofrecen platos y menús de gran calidad, y a unos precios muy razonables. Y es que materias primas tan buenas como la gamba roja, el arroz, el pescado o las verduras, frescas, en manos de cocineros, que más que cocineros, son artistas, como los que hay por esta zona, se convierten en unas tentadoras delicias.
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